EL LETAL BÓLIDO ASTON MARTIN DB5
Míticos de Cine se estrena con todo un clásico por el que los años no pasan en balde, todo un bólido con ingeniería letal: el grandioso Aston Martin DB5. James Bond bien sabe de ello, estrenándolo por primera vez en Goldfinger en 1964, la primera de la saga Bond, y que consiguió entrar en el “Libro Guinness de los Récords” como la película que más ha recaudado, en el menor tiempo, de toda la historia. Parece mentira, pero su estreno ya cumplió su medio centenario el año 2012. Si no llega a ser por la velocidad imparable (hasta los 228 km/h) del gran deportivo biplaza, Bond (Sean Connery en esta saga) no hubiera podido jugar su famoso partido de golf en el afamado film.
Aunque su primera y más reconocible aparición fue en esta película, el DB5 volvió en Operación Trueno un año más tarde, El Mañana Nunca Muere (protagonizada por Pierce Brosnan en 1997), en Golden Eye en el 2000, Casino Royale (2006) y Skyfall (2012, coincidiendo con el 50º aniversario del inicio de la serie), donde fue destruido.
Este magnífico gran tourer de lujo, fue fabricado por Aston Martin y diseñado por la italiana Carrozzeria Touring Superleggera, evolucionando ligeramente de la serie final del DB4, que le precede. Cabe destacar que toda la serie DB se denomina como tal en honor a David Brown, que fue jefe de Aston Martin entre 1947 y 1971.
Hablábamos de ingeniería letal. Pues ni más ni menos que todo un arsenal de trucos y gadgets que ideó John Stears (oscarizado en 1966 por Operación Trueno y que trabajó además en StarWars y Chitty Chitty Bang Bang) expresamente para el agente 007. Esto incluye llantas trituradoras, pantalla de humo, cristales y escudo a prueba de balas, el archiconocido asiento eyectable en la zona del copiloto (aunque no funciona originalmente), el sorprendente y antecedente de la navegación por radar de hoy con sistema de telefonía, un lanzador de aceite en carretera, y la matrícula giratoria. Esta última ideada por el mismo director Guy Hamilton. Muchos ya la quisieran para los radares que inundan calles y carreteras.
Se fabricaron cuatro en total, dos destruidos y los otros dos con fines promocionales. Una más ligera y ágil para escenas de persecución y la otra repleta de los mentados gadgets.
Pues bien, de los dos, uno de ellos tiene una misteriosa vida. 18 años después de la película fue robado de un hangar del aeropuerto de BocaRatón (Florida), en 1997 y desde entonces no se sabe nada de su paradero.
El otro, con matrícula original británica FMP 7B, fue comprado directamente a Aston Martin en 1969 por el locutor radiofónico y propietario de la cadena WBEB-FM de Philadelphia, Jerry Lee por $ 12,000 de la época, justo después de ser utilizado, como colofón cinematográfico, en Thunderball.
Jerry Lee lo ha mantenido guardado desde 1970 en su habitación privada de temática Bond, en perfectas condiciones de funcionamiento, y marcando tan sólo 30,000 millas. Lee afirma que le ha traído mucha diversión durante 41 años, y decidió venderlo a RM Auctions por $ 2,600,000 para poder destinar íntegramente las ganancias a su Fundación Jerry Lee (fundada en 2007 para reducir la delincuencia de las ciudades con más pobreza de Estados Unidos). Es la primera vez que un DB5 llega a un Mercado abierto.
RM inició la subasta el 27 de octubre del 2010, y se puede confirmar que el Sr. Yeaggy (Harry Yeaggy) salió como vencedor y es el actual dueño y propietario absoluto de esta joya por la escalofriante cifra de 4.608.500 dólares.
Peter Haynes, portavoz de la Casa de Subastas RM, lo califica como “objeto icónico cultural”. Según Peter Wallman (especialista en vehículos de RM): “No es sólo un coche. Es un trofeo. Un icono”. Justas palabras para tal obra de arte. Y por ello bien merece esta ceremonia de apertura cinematográfica que os dedicamos.
Entran ganas de coger las palomitas (para los que gusten), colocarse frente al televisor, y comenzar a admirar la saga e imaginarnos que somos Bond, James Bond, a los mandos de es
Vídeo cabezera promocional RM Auctions para la subasta del DB5 superviviente de la saga.